lunes, 1 de junio de 2009

El modo en que debe dirigirse un trabajo psicoterapéutico

"Un día yo regresaba de la escuela con un grupo de amigos, cuando un caballo desbocado con el cabezal puesto nos pasó a toda velocidad y se metió en una granja, buscando agua para beber.

De un salto monté al caballo… Como tenía las riendas puestas, logré sujetarlas y le dije: "¡Arre, arre!", conduciéndolo a la carretera.


El caballo trotaba y galopaba. De vez en cuando olvidaba que estaba en la carretera y comenzaba a correr a campo través. Entonces yo le tironeaba un poco las riendas y dirigía su atención hacia el camino.

Finalmente, a unos seis kilómetros del lugar donde lo monté, dobló y entró en una granja.

El granjero exclamó: "Así que la criatura ha vuelto. ¿Dónde lo encontró?".


Le dije: "A seis kilómetros de aquí".

"¿Cómo sabía que debía traerlo a este sitio?"


Le respondí: "El caballo lo sabía, yo no… Lo único que hice fue mantener su atención fija en la carreterra".


(El modo en que debe dirigirse un trabajo psicoterapéutico,
según el psiquiatra Milton Erickson).



No hay comentarios: