martes, 9 de febrero de 2010

PAREJAS

ENTREVISTA A SERGIO SINAY
por GASPAR HERNANDEZ

--Pasan los años y los divorcios aumentan.
--Porque perdura la idea de que son nuestras similitudes las que nos unen y de que en algún momento vamos a encontrar a nuestra media naranja. Y como no existe una media naranja de cada persona andando por el mundo, vivimos frustrándonos continuamente.

--¿Hasta cuándo?
--Hasta el día en que aprendamos que lo que nos une son nuestras diferencias, que lo que nos hace valiosos es que cada uno de nosotros es único. Entonces vamos a empezar a construir las parejas aprovechando el valor de las diferencias, y las relaciones durarán más tiempo.

--¿Se trata de complementarse?
--Sí, que no es lo mismo que completarse. Muchas parejas no funcionan porque creen que uno va a completar al otro y nadie completa a nadie. Siendo diferentes, construimos juntos algo nuevo que es distinto a cada uno de los dos.

--La pareja, según usted, es un arte. ¿Por qué?
--Porque necesita tiempo, como la creación de un cuadro o una pieza musical. Todas las obras de arte son únicas. En ello el artista pone lo mejor de sí mismo, pasión y responsabilidad. Y crea algo que antes no existía. Lo mismo ocurre en una pareja que trasciende y echa raíces. Creamos algo nuevo, único, que no podríamos crear con ninguna otra persona.

--¿Hasta qué punto la pareja se construye con miradas?
--En todo momento es importante la mirada, para no dar al otro nunca por visto. Parte del hecho de estar vivo consiste en estar transformándose permanentemente, por lo tanto, cuando dejamos de ver la persona que está con nosotros, nos perdemos algo muy importante de ella. Es muy valiosa la mirada para no dar nunca al otro por visto.

--¿Y la escucha?
--Es importante la escucha para no creer que el otro siempre dice lo mismo. A veces dejamos de escuchar porque pensamos: 'Me imagino lo que va a decir'. No, tengo que estar abierto a su palabra todo el tiempo, como también pretendo que la otra persona esté abierta a mi palabra.

--¿Y el sentimiento?
--Es importante mantener actualizado el sentimiento. No dar por amado al otro porque lo amé una vez. Cada día tengo que preguntarme si aquel día he amado y me he sentido amado por aquella persona a través de acciones. Si no, damos por sentado el amor. Y el amor muchas veces muere porque se da por sentado.

--¿Cómo se pueden armonizar las diferencias?
--En general, las diferencias permiten la complementación. Con la mayoría de las diferencias se puede trabajar para construir el amor. Las diferencias que impiden toda construcción amorosa son las diferencias de valores. O si uno quiere que el otro cambie algo que es estructural, que cambie su historia (las historias no se cambian) o su familia. Son pocas las diferencias irreconciliables. Todas las demás son complementarias; algunas se tienen que trabajar, pero son conciliables. Como que uno fume y el otro no, o que uno sea sociable y el otro no. Hay que llegar a un punto de acuerdo.

--¿Como un negocio?
--Como un negocio que produce amor.

--Suena mal, eso de negocio.
--Porque tenemos asociado el negociar a lo que produce dinero. Pero las personas negociamos todo el tiempo, porque somos diferentes. Siempre, sin darnos cuenta, negociamos para encontrar un punto de acuerdo. Por ese motivo tenemos amigos.

--¿Por qué perdonamos cosas a los amigos que no perdonamos a nuestra pareja?
--Porque no elegimos a nuestros amigos para construir lo más importante de nuestra vida, si no para que nos acompañen en ciertas áreas. En cambio, cuando elegimos a una pareja, estamos escogiendo a alguien que nos permita asomarnos a lo más misterioso, sagrado y distinto de nosotros mismos. Con un amigo sí nos unen más las similitudes que las diferencias.

--¿Quién es nuestro maestro en el arte de amar?
--Nuestra pareja. Ella o él son los que nos van a instruir, pero no en el arte de amar a cualquier persona, sino en el arte de amar a aquella persona. El amor se construye con acciones, con acciones amorosas. El amor no se construye con declaraciones: lo más fácil que hay en el mundo es decir "te amo". Hacen falta acciones reales de amor y esas acciones solo pueden ser guiadas por la persona que amamos. Ella va a indicarnos qué es lo que le hace sentirse amada, qué actos, palabras y gestos la hacen sentir acompañada y comprendida, y qué no. No tenemos que esperar a que el otro adivine lo que queremos. La telepatía aplicada a la pareja es la causa de muchas bajas fatales.


No hay comentarios: